Agenzia Immobiliare Ulivieri S.a.s. di Ulivieri R. e Nonni R. & C.

En el corazón palpitante de la Contrada Capitana dell’Onda, donde el alma más auténtica de Siena susurra aún entre las piedras medievales y el tiempo parece dilatarse en una elegancia sin prisa, surge un palacio que encierra en sí el encanto intemporal del centro histórico. A pocos pasos de la majestuosa Piazza del Campo, teatro de seculares pasiones y símbolo universal de la ciudad, y a corta distancia de la histórica Facultad de Derecho, se oculta una pequeña joya habitativa, un refugio de espíritu íntimo y refinado, situado en el tercer piso de esta noble morada.

Subiendo con paso lento y curioso los 55 escalones que conducen a la entrada, se percibe poco a poco el aliento antiguo de las murallas, la promesa de una acogida discreta y sincera. Y es justo más allá de ese umbral que se abre la sorpresa: un estudio, sí, pero de una armonía sabiamente orquestada.

Un único ambiente que, con inteligencia y sensibilidad, logra desvelar tres almas distintas: la zona de noche, recogida y serena, con una cama individual que parece flotar en la luz; el rincón de cocina, escondido con gracia detrás de una puerta plegable de madera, guardián de fogones, fregadero e incluso de un lavavajillas; y finalmente la zona de comedor, donde una mesa rectangular para cuatro personas invita a compartir momentos de tranquilidad o de conversación, mientras dos espléndidas ventanas de dos hojas inundan el espacio de una luz clara y generosa, acariciando cada detalle.

Junto a la entrada, casi queriendo sellar la practicidad de esta morada, se encuentra un baño funcional, completo con ducha y lavadora: un confort que hace del ambiente el lugar perfecto para la vida cotidiana, sin renunciar al placer estético y a la comodidad.

Esta pequeña pero valiosa morada representa un equilibrio raro entre contemporaneidad y funcionalidad. Es el lugar ideal para quienes desean invertir en un inmueble de seguro rendimiento, pero también para quienes buscan un refugio en Siena, un punto de apoyo donde reencontrarse entre las sombras y las luces de una ciudad que nunca deja de encantar.

Un pequeño cofre, suspendido sobre los techos dell’Onda, donde, aunque pocos, cada metro cuadrado cuenta una historia de cuidado, armonía y practicidad.